En la calle de El Oro se encuentra el “Arco de piedra”, que ha permanecido en pie como testigo altanero de su pasado. Portada de lo que en sus tiempos fue una gran casa perteneciente a Nicolás de Soto y Leonor de Vergara. Nicolás fue Médico de la casa real, primero como médico personal del príncipe Juan, y tras su muerte pasó a ser uno de los 4 o 5 médicos que se encargaban de la salud de Isabel la Católica, aunque sabemos que en este período atendió puntualmente a varias de las hijas de los RR.CC. y al propio rey Fernando. Tras la muerte de Isabel paso al servicio de la reina Juana y falleció con este empleo en Tordesillas. Desde 1491 ocupo también una plaza en el Tribunal del Real Protomedicato (compuesto por 4 personas), que era el tribunal supremo de todos los empleos relacionados con la profesión médica: físicos, cirujanos, ensalmadores, boticarios y especieros… con jurisdicción civil y criminal; siendo este tribunal el que expedía las licencias para que una persona pudiera ejercer estas profesiones y el que juzgaba si había hecho mal uso de ellas.
Claro y hermoso ejemplo del plateresco abulense, labrado en granito, con profusión de adornos lombardos, con motivos vegetales, lo cual otorga un mérito especial por la dureza del material empleado.