AC3 trabaja por tercer año consecutivo en Castilla y León comprometidos en la lucha contra el cambio climático y en mejorar la eficacia de las explotaciones agrarias.

Agricultores Contra el Cambio Climático (AC3), por tercer año consecutivo, está desarrollando en Castilla y León una campaña para concienciar a los profesionales agrarios de la región de lo importante que resulta en su labor diaria la lucha contra el cambio climático.

El balance del trabajo en nuestra comunidad autónoma está siendo altamente satisfactorio teniendo en cuenta las numerosas actividades que se han desarrollado a pesar de las dificultades motivadas por la situación de pandemia que sufrimos.

AC3 para dar a conocer su propuesta ha editado miles de folletos informativos y otros materiales de merchandising que se han repartido por la comunidad autónoma. Además se ha creado una página web con contenidos descriptivos muy interesantes y por otro lado se han distribuido materiales pedagógicos desarrollando con ello una amplia campaña informativa con testimonios de expertos y de los propios agricultores con sus experiencias personales.
Paralelamente se ha trabajado en nuestra región con una serie de campos de ensayo en parcelas agrícolas que nos han permitido conocer de primera mano resultados altamente satisfactorios en cuanto al uso de semillas certificadas.

La realidad actual es que el cambio climático está sensibilizando al sector agrario de nuestra región y del conjunto del país, y como tal lo demuestra la iniciativa Agricultores Contra el Cambio Climático, que con esta campaña informativa promovida por Grano Sostenible, una iniciativa de Geslive, ASAJA, UPA y Cooperativas, pretende conseguir esa conciencia, poner en valor su trabajo ante la sociedad y los consumidores, y hacer que el agricultor sea parte activa en la lucha contra el cambio climático.

En este sentido, uno de los aspectos en los que se está poniendo especial hincapié es en la conveniencia de uso de semillas de alta calidad, que aportan grandes ventajas puesto que permiten minimizar los efectos de la sequía, resolver problemas como enfermedades y plagas, reducir costes y aumentar los rendimientos de las cosechas.

La campaña informativa que se desarrolla en Castilla y León explica entre otras muchas cuestiones que la producción y comercio de semillas y plantas es una actividad regulada y sujeta a autorización y control administrativo, que debe situarse dentro de un Sistema de Certificación reconocido.

A día de hoy, los agricultores pueden abastecerse legalmente de semilla de cereales, patatas, forrajeras y oleaginosas no hibridas a través de dos vías: a) Semilla certificada adquirida en el mercado y b) Reempleo de granos para siembra producidos por sí mismos.

En este sentido la reproducción o la compra de semillas o plantas ilegales, o el reempleo ilegal de granos para siembra, amenazan la investigación y comprometen el futuro de nuestra agricultura. Además, la utilización de material vegetal producido clandestinamente puede dar resultados deficientes y acarrear serios perjuicios económicos al agricultor. Estos problemas se evitan empleando material legal pues con él se garantiza altos niveles de germinación y uniformidad.

El sector agrario trabaja desde hace tiempo para reducir los efectos del cambio climático en el cereal que recordemos es el cultivo predominante en Castilla y León. Se han hecho inversiones para la optimización de procesos y un mejor aprovechamiento de los recursos hídricos, y se ha puesto especial hincapié en la tecnología aplicada a la innovación genética de las semillas.

Los agricultores de esta comunidad autónoma están concienciados cada vez más de un problema tan serio como es el del cambio climático y es que en los últimos años hemos sufrido las consecuencias de un evidente cambio en las precipitaciones y del incremento de las temperaturas que afecta a la actividad agraria. En este tiempo los profesionales del sector han comprobado cómo los ciclos han variado, las cosechas son más vulnerables al estrés térmico y se han enfrentado a enfermedades cada vez más frecuentes en sus cultivos.

AC3 está apostando por concienciar sobre la importancia que tiene la modernización de las técnicas agrarias y la transición a cultivos mejor adaptados a climas cálidos y secos como una excelente baza que los agricultores pueden jugar para hacer frente a la crisis climática.

La importancia del campo en nuestro territorio es una obviedad, y que la naturaleza y la climatología están íntimamente relacionados con la agricultura, también. Por ello, Agricultores contra el Cambio Climático (AC3) va a continuar desarrollando esta campaña informativa en aras de valorizar la importancia de los métodos de producción, sostenibilidad y rentabilidad.

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