Pedro Gutiérrez Rodríguez, vecino de Madrigal de las Altas Torres, cumplió cien años de edad el pasado día 27 de abril, acompañado de alguno de sus hijos, aunque fue el sábado, día 5 de mayo, cuando celebró este especial aniversario con los miembros de su familia, que lo celebraron en un restaurante de la localidad. También el Ayuntamiento madrigaleño, con su alcaldesa a la cabeza, Ana Zurdo, tuvo un pequeño recuerdo hacia su vecino centenario, con la entrega de una placa conmemorativa.
Pedro Gutiérrez Rodríguez ha trabajado en el campo durante toda su vida. Trabajos temporales que ha repartido también con Francia, país al que ha estado viajando durante 20 años y donde realizaba trabajos temporales que prolongaban su estancia durante unos seis meses en el país vecino. Cuando regresaba a Madrigal, en su pueblo natal también realizaba trabajos temporales en el campo, en lo que fuera saliendo, sostenía su hijo Pedro Gutiérrez Cordero, quien sostenía que sobre todo se dedicaba a la recogida de remolacha.
El nuevo centenario sigue viviendo en su casa, aunque pernocta con su hija, que vive en Madrigal y cuida de él. Comenta su hijo que por las mañanas suele llevarle un sobrino a casa de su hija, antes de irse a trabajar y pasa todo el día en la casa de esta. Por la noche, añade Pedro, el hijo, que recoge a su padre, permanece un rato con el y después lo lleva a su casa, donde pernocta.
Pedro Gutiérrez Rodríguez ha trabajado en el campo durante toda su vida, tanto en Francia como en Madrigal
BUENA SALUD. El centenario goza de buena salud. «Nunca ha estado enfermo y no toma ninguna pastilla», recordaba su hijo, quien recordaba que «únicamente tuvo que ser ingresado porque con 24 años una yegua le rompió varias costillas y otra vez que le quitaron una verruga que le había salido en la boca». También comenta su hijo que durante la Guerra Civil, en la que participó, fue herido en un brazo, pero se recuperó y no le quedó ninguna secuela de la herida. Además durante la guerra comenzó a fumar, aunque no ha sido un gran fumador. De hecho, recordaba su hijo que durante la guerra lo que solía hacer era vender el tabaco que le daban. Siempre ha recordado que con el dinero que consiguió con la venta del tabaco que le daban en el Ejército lo que hizo fue comprarse un traje.
Su mujer falleció hace cinco años, cuando tenía 87. Han tenido cuatro hijos. Ha compartido también longevidad con tres de sus hermanos, uno llegó casi a los cien años, y otros dos a los 90 y 88.
Fuente: El Diario de Ávila (09/05/2018)
Enlace: Madrigal cuenta con un nuevo vecino centenario, Pedro Gutiérrez