El recinto amurallado de Madrigal de las Altas Torres es una fortificación defensiva que rodea todo el centro urbano de la localidad. Constituye un ejemplo excepcional de arquitectura militar medieval y relevante testimonio del sistema constructivo mudéjar.

El conjunto de la muralla forma un perímetro ovalado irregular y alargado de oeste a este, debido a que fue adaptándose de los accidentes topográficos del terreno, cercaba una superficie de 39,04ha.

Tiene cuatro puertas orientadas a los cuatro puntos cardinales que reciben el nombre de las poblaciones a las que conducía.

El aparejo sigue el modelo Toledano de mampostería y ladrillo, aunque aquí la mampostería se sustituyo por tapial con machones y verdugadas de ladrillo que encuadran los tapiales de argamasa revocados en los entrepaños.

Se sabe de su existencia en 1302, pues en los cortes de Medina de ese año Fernando IV ordena su derribo por haberse levantado sin mandato del concejo de Arévalo, bajo cuya jurisdicción se encontraba.

Declarado monumento histórico-artístico el 3 de junio de 1931.

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