Aunque nada queda ya que recuerde la existencia de la Sinagoga, parece ser que una de las grandes casas de Madrigal tuvo como función original servir de culto, oración y reunión a la comunidad judía de la localidad. Este edificio, que se encuentra en la parte más alta  de la villa, mantiene sus muros en un estado de conservación excelente.

No tenemos constancia del momento en que los judíos se asentaron en Madrigal, pero en la época del Rey Juan II de Castilla constituían una comunidad relativamente amplia, muy próspera y con mucho poder.

Dedicados a negociar con productos agrícolas y pecuarios, y al prestamismo. Isabel dictó órdenes contra ellos, prohibiendo la usura y obligándoles a colocar estrellas de David en las rejas de sus casas y vestidos, en el año 1476. Poco después fueron  convertidos al cristianismo.

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